¿Qué tienen en común un sacerdote diocesano, tres exreligiosos, un joven matrimonio, varios profesionales, algunos jefes de familia, y otros que son solteros, jubilados, abuelos? Muy sencillo. El amor filial a la Virgen del Escapulario. Todos –jóvenes y maduros- respondieron al llamado de la Madre y Hermosura del Carmelo a vivir entregados a su Hijo, en “obsequio de Jesucristo”, en el mundo, en la parroquia, en el trabajo, en la familia, en el hogar…
Cada uno desde su realidad personal, llegará con su ejemplo y servicio a los rincones más recónditos donde los religiosos y conventuales no tengan acceso. Con la misión de reflejar la imagen misericordiosa del Señor Resucitado y con su gracia, se convertirán en fermento de santidad en un mundo, a veces, más alejado de Dios.
La Tercera Orden del Carmen de Puerto Rico le dio la bienvenida a 17 nuevos hermanos que ahora conforman la gran Familia Carmelita – 16 de ellos, en una solemne profesión temporal intercomunitaria que tuvo como escenario la Iglesia de Santa Teresita en Santurce. Y para mayor alegría, ¡se conjugó el evento con la celebración del Año Jubilar de los Padres Carmelitas, que marca el centenario de su llegada a Puerto Rico!
La ceremonia se llevó a cabo el sábado 25 de mayo. Fue presidida por el Padre Luis F. Miranda, O. Carm., Director Espiritual de la TOC en Puerto Rico, y concelebrada por el Rector de la Santa Catedral de San Juan, el Padre Benjamín Pérez Cruz, T.Carm., el P. Coadjutor Ernesto González, el P. Miguel Rivera, Párroco de la Iglesia Sagrado Corazón, de Santurce, quien recibió el escapulario del noviciado, el P. Gabriel Mª Torres Rivera, el P. Mario Rodríguez, O.P., y el P. Aníbal Torres, Vicedecano de ISTEPA (Instituto Superior Teológico y Pastoral, Cardenal Luis Aponte Martínez).
El Rdo. Diácono de Santa Teresita, Héctor Luis Cruz Santiago, O. Carm., en su homilía invitó a los nuevos terciarios a vivir con intensidad el carisma carmelita de la oración y el servicio a la Iglesia.