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21 julio, 2019 / Carmelitas
“Dios, lo más amado”. Profesión solemne de Fray Luca Zerneri, O.Carm., 20 julio 2019

Ayer, Solemnidad del Profeta San Elías, a las 12.00 AM, en la Iglesia de El Carmen de Abajo, en el Convento de San Andrés, se celebró la profesión solemne de nuestro hermano, Fray Luca Zerneri. La alegría, la fiesta, la fraternidad estuvieron presentes durante estos días en la Casa de Formación de Salamanca. La comunidad del Convento de San Andrés se ha multiplicado en detalles para preparar la liturgia de la celebración, hospedar a los invitados -que fueron llegando el día anterior- así como el ágape y la recreación. Ha sido una maravilla de hospitalidad y generosidad por parte de la comunidad del Noviciado Internacional.

Nos acompañaron en la celebración los padres de Fray Luca, Ennio y Lucia, así como un grupo de amigos venidos de su pueblo, San Felice del Benaco (Mario, Rina, Franco y Andrea). Participaron también en la profesión sus compañeros de noviciado, Tommaso y Fray Joao, las religiosas Carmelitas misioneras del P. Palau y algunas religiosas de la comunidad de la Congregación de las Hijas de Jesús. Feligreses y amigos del convento y un nutrido grupo de laicos carmelitas del Convento de San Andrés, al que Fray Luca acompaña mensualmente, llenaron el templo y acompañaron con la oración.

Presidió la celebración el M.R.P. Desiderio García, O.Carm., al que le acompañaron el Vicario General de la Diócesis de Salamanca, D. Florentino Gutiérrez, 17 religiosos carmelitas, algunos sacerdotes amigos de la comunidad, los novicios del curso 2018-19 y algunos prenovicios que empezarán el noviciado carmelita el próximo curso 2019-20.

El Prior Provincial durante la homilía -después de dar la bienvenida a todos los asistentes- parafraseó al místico carmelita belga, Fray Miguel de San Agustín, el cual afirmaba que “el Carmelo no es sólo un lugar geográfico, sino un espacio en el alma, un lugar en el corazón”. De aquí que, nuestro propio espíritu mendicante, nos lleva a rompe fronteras y a vivir en una constante itinerancia, abiertos a la internacionalidad. Recordó a Fray Luca que “sólo puede recibir la vida de Cristo aquel que está dispuesto a entregar la suya” (Sta. Teresa Benedicta de la Cruz). Seguidamente, durante sus palabras, desarrolló brevemente tres reflexiones:

  • “Dios, lo más amado”. “No ames menos lo que debe ser amado más (Dios), y no ames más lo que debería ser amado menos (las criaturas)”.
  • “Estrechamente unido a Cristo”. Unido al Señor, a través de los consejos evangélicos (pobreza, obediencia y castidad), que son los lazos de amor con los que vas a “unirte más íntimamente a Jesucristo”. Los votos te unirán a Dios y, también, a los hombres. De hecho, serán un signo si te hacen más humano, más alegre, más entregado… Unido al Señor, a través de la cruz gloriosa. “Luca, estás llamado a ser otro profeta Elías que ha visto el rostro de Cristo en la trasfiguración” -le sugirió el celebrante-. En la vida hay “momentos” e “instantes”. La transfiguración es un “instantede Dios que puede dar sentido a mil “momentos” de la vida. Explicó a la asamblea que Luca se iba a postrar con los brazos en cruz, durante la letanías, muriendo con Jesús. Pero, no se iba a quedar allí, luego se levantará resucitado y transfigurado, vestido de un blanco resplandeciente, singo de una nueva vida. “Vais a contemplar hoy la transfiguración de Luca” -indicó-. En la transfiguración los discípulos aprendieron a mirar el rostro de Cristo en la Cruz. Descubrieron que aquel que es ‘varón de dolores’ es también ‘el más bello de los hombres’. La belleza de Cristo reside en la bondad extrema de su entrega.
  • Apasionadamente unido a los hombres. Como bien observa el Papa Francisco: “si algún día, a tu alrededor, dejan de haber enfermos, desnudos, hambrientos, olvidados y despreciados… no es que no estén, sino, sencillamente, es que no los ves”. El control de calidad de la vida contemplativa, vendrá dado por tu vida compasiva. La contemplación sería sólo una “devoción boba” si te aleja de la realidad, de las alegrías y tristezas de los hombres. Evangelizar los ojos, y, también, las manos. “Toca las llagas de los miembros de Cristo”; “sal de ti mismo hacia las periferias y las noches oscuras de la humanidad”. “Sé otra María, Montaña de ternura”. Nuestra Hermana y Madre, a la que invocamos con “Mater mitis”, Madre tierna (de ternura), te conducirá hacia ellos.

Dios sigue llamando a sus hijos a formar parte de la Viña del Carmelo. Damos gracias a Dios por la consagración de nuestro hermano, Fray Luca Zerneri, O.Carm. y pedimos al Señor, por intercesión de María, que siga enviando vocaciones a la Orden del Carmen.

 

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