Convocados por el texto de Jn 21,1-14, donde se encuentra la expresión ‘Es el Señor’ en boca del discípulo al que Jesús tanto quería, un nutrido grupo de jóvenes laicos carmelitas de la Región Ibérica han formado parte del XIII Campo de trabajo que la Juventud Carmelita de la Región Ibérica. Como otros años se ha realizado en la Obra Social de la Parroquia del Carmen de Zaragoza. Han asistido jóvenes de Antequera, Madrid, Alicante, Sax, Murcia, Elda, Valladolid, Onda y Vila-real. Se han dividido en dos grupos de 27 jóvenes. El primer grupo, del 1 al 12 de agosto. El segundo grupo, del 13 al 24 de agosto.
El Campo de trabajo es una experiencia de vida carmelita. Durante doce días, los jóvenes que vienen con un deseo de encuentro con Dios, tienen la posibilidad de vivir intensamente la fraternidad, la oración y el servicio. Con estas herramientas entre las manos se acercan a la vivencia de la espiritualidad del Carmelo.
La oración marca el ritmo diario. Nada más levantarse a las ocho de la mañana es la Palabra de Dios la que los convoca. Silencio, ser conscientes de, preparar la atención y ‘fijarse’, en presencia de Dios, el objetivo para ese día. La oración también está presente antes de las actividades, comenzando la tarea más importante del día con una oración compartida, un canto, el Padrenuestro. Al finalizar la jornada, son ellos los que preparan una oración que les ayude a recoger lo vivido y dar gracias por tanto recibido.
La fraternidad estos doce días es intensa. Hay que convivir en la casa que la parroquia nos facilita, hacer las tareas para y con los otros, respetar tiempos y propuestas de los otros, compartir espacios, compartir la vida, tomar alguna decisión… Se vive intensamente el darse a los más cercanos, a los que viven conmigo.
El servicio es la tarea fundamental. No se trata sólo de hacer y cumplir con el compromiso adquirido. Hay que hacerlo con el corazón, hay que llenarlo de vida, de gestos y palabras que hablen de Dios, que valoren a los que se acercan a nuestra casa a comer, a jugar, a vivir de otra manera.
Cada día se hacen cinco grupos de personas para realizar las tareas: cocina, acogida, despensa, Centro de Miralbueno, Colonia de niños.
Cocina y acogida preparan todo lo necesario para que el comedor a las 13:30 esté preparado para servir la mejor comida del mundo, preparada con todo el amor de que son capaces. La señora Gloria, coordinadora de cocina, ha sido de gran ayuda para esta tarea. Cada día han comido una media de 198 personas.
El equipo de despensa, formado por dos personas, realiza una tarea de control de las entradas y salidas de alimentos así como preparar carros de alimentos para las familias.
Los que se acercan al Centro de Miralbueno pasan el día con los residentes del mismo, personas que quieren comenzar de nuevo una vida sin cadenas, sin ataduras.
La Colonia de niños es un gran trabajo, más de 40 niños han participado en la misma, los jóvenes coordinan actividades con ellos para que puedan pasar unas vacaciones diferentes, unos días de juegos, actividades, alegría, valores… que les ayuden a disfrutar.
El P. Ramón Maneu, Coordinador de la Obra Social, el primer día explicó los objetivos, la organización y la dimensión de la Obra Social. También hay tiempo para visitar una tarde a las hermanas de clausura, para salir a dar un paseo por la ciudad, para un acompañamiento personalizado. La Juventud Carmelita está muy agradecida a la Parroquia del Carmen por todas las facilidades que da para que esta experiencia sea cada año un momento inolvidable para los jóvenes.
Gracias a la comunidad carmelita por estar siempre atenta las necesidades de los jóvenes, por la casa de Aires Nuevos donde se reside, por las furgonetas para el transporte, por las mil atenciones. Gracias.
