Durante el mes de agosto un grupo de jóvenes profesionales están formando parte del “III Campo de Trabajo de Voluntariado Internacional de Karit Solidarios por la Paz”. Este año se realiza en Anse-à-Pitre (Haití). Estos jóvenes conviven durante un mes y colaboran con las Hermanas de la Virgen María del Monte Carmelo, la cuales, recientemente, fundaron allí una comunidad religiosa.
El Campo de trabajo no es sólo hacer, es mucho más. Durante el curso de formación que Karit imparte para poder realizar el voluntariado, se profundiza en la necesidad de poner toda la vida en esta experiencia, en la necesidad de conocer más que dar, en la importancia de hacer un buen equipo, en la escucha como herramienta importantísima de transformación para que sea con el pueblo haitiano como se realice la tarea y el compromiso que se ha adquirido. Estos jóvenes conviven con las hermanas carmelitas, trabajan en los proyectos que ellas tienen, programan y revisan su hacer de cada día para que responda a lo que las personas necesitan.
Los jóvenes son de Elda (8) y de Vila-real (1). Se han dividido la tarea en dos grandes campos: el educativo y el sanitario.
1.- El educativo organiza actividades con niños en un ‘campo de refugiados’ cercano a la comunidad y también con los niños de Anse-à-Pitre. Esta actividad se completa con la formación del profesorado de la zona, con animación de las familias para valorar esta dimensión tan importante de transformación.
2.- El sanitario consiste en atender en el dispensario médico a las personas que se acerquen. La salud y la prevención de la misma es tarea diaria de la presencia de las hermanas y los voluntarios lo asumen y colaborarán durante este mes. Este ambulatorio ha sido financiado, en parte, por los proyectos de Karit de estos últimos años. Lo construyó Manos Unidas y ha sido la ONGD de la Familia Carmelita la que lo está dotando de materiales.
Paloma Ortín, vocal de Voluntariado de Karit, y Nieves García, Técnico de proyectos, están con el grupo de jóvenes. Ellas, además de colaborar en las distintas actividades, coordinan la tarea, la organización del grupo, la logística de los viajes y de la estancia. Seguro que entre todos, habitantes de Anse-à-Pitre, religiosas carmelitas, voluntarios, técnicos… se podrán mejorar los proyectos existentes y proponer nuevos que mejoren las condiciones de vida de las personas que se puedan beneficiar de ellos.
Parte de su experiencia puede seguirse por el blog que casi diariamente mantienen actualizado, para que no sea solo una tarea de ellos, sino también de los que queramos escuchar, conocer, aprender y amar a los más necesitados de nuestro mundo.
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