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11 enero, 2019 / Carmelitas
Ordenación de diácono, Fray Héctor Luis Cruz Santiago, O.Carm.

“Ánimo, soy yo, no tengáis miedo”. Con estas palabras de Jesús del Evangelio de Marcos 16,45-52, el pasado 9 de enero de 2019, memoria de San Andrés Corsini, Obispo de la Orden del Carmen, la Familia carmelita de Puerto Rico celebró la Ordenación diaconal de Fray Héctor Luis Cruz Santiago, O. Carm. Le impuso las manos su Excia. Rvdma. Monseñor Álvaro Corrada del Río, SJ.  La celebración se llevó acabo en la Parroquia San Antonio Abad, en el pueblo de Añasco, en Puerto Rico.

Mons. Corrada del Río, natural de la Parroquia del Carmen de Morovis, mostró su gratitud a Fray Jorge Mª Rivera Maldonado, O. Carm., Comisario Provincial de las Antillas, por brindarle esta oportunidad, ya que la celebración también estuvo enmarcada por la alegría del año jubilar que se va a festejar, 25 años de presencia carmelita en la Diócesis de Mayagüez, Puerto Rico.

En su homilía, Monseñor Corrada del Río señalaba cómo la madre de san Andrés Corsini había visto en sueños a su hijo en figura de lobo entrar en la iglesia y, allí, se transformó en cordero.  San Andrés Corsini nos ofrece esta imagen de conversión de “lobo” a “cordero”. Y, así, nos invitaba a mirar a Fray Héctor, en su conversión: Dios lo ha llamado, Dios lo ama y lo convierte en cordero.  En el amor no hay temor. El ministerio del amor no es sólo servicio, es manifestación de la ternura del amor que se vive, cuando nos configuramos en Él. La espiritualidad carmelita es para este mundo, no para el futuro. Le recordó: “si no quedas injertado como diácono, y en el futuro presbítero, en la raíz del Carmelo, todo será un espejismo, serás como un fantasma”.

Hasta Añasco llegaron autobuses con feligreses de la Parroquia Ntra. Sra. del Rosario de Ciales, donde su vocación nació y creció desde los 8 años, cuando comenzó sirviendo en el altar. También le acompañaron un centenar de personas, amigos y terciarios, de las diferentes diócesis de Puerto Rico. Fray Héctor es el primer diácono de la Orden del Carmen ordenado en Puerto Rico desde el año 2000, así como el primero del Seminario San José de Ciales. Su ordenación, después de 19 años, marca una nueva etapa del Carmelo en la Isla de Puerto Rico y se convierte en motivo de júbilo para toda la Iglesia (Brenda Miranda).

 

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