Los días 2 al 5 de julio de 2019, se ha celebrado el XXVº Encuentro de Familia Carmelita de la Región Ibérica (España y Portugal). El lugar de convocatoria ha sido el Colegio Mayor Universitario Virgen del Carmen de Zaragoza. El lema del encuentro: “Permanezcamos unidos bajo la protección de Jesús (Beato Tito Brandsma, O.Carm)”. Este año los anfitriones y encargados de preparar el evento han sido los hermanos de la Provincia carmelita de Aragón, Castilla y Valencia de San Juan de la Cruz.
El tema de reflexión ha sido la figura del P. Tito Brandsma, O.Carm. El Prior General, P. Fernando Millán Romeral, O.Carm., ha sido el encargado de adentrarnos en la vida, doctrina y espiritualidad de este hermano nuestro, personalidad relevante en la espiritualidad carmelita del s. XX. En su exposición hizo un recorrido a lo largo de su vida, desgranando las dimensiones más destacadas de su rica personalidad: hombre de profunda oración al que el Carmelo fascinó, familiar y fraterno, entregado al trabajo, periodista, catedrático, Rector de la Universidad Católica de Nimega. La espiritualidad, la mística, la educación católica, la unidad de las Iglesias, la prensa y los medios de comunicación social, constituyeron sus centros de interés y dedicación. Murió en Dachau, el 26 de julio de 1942. Juan Pablo II lo beatificó en 1985 afirmando que su vida entregada y su martirio no fue algo improvisado. Su trayectoria es una luz y un reto para el Carmelo del s. XXI. Como mártir, nos interpela; como testigo de la esperanza cristiana, nos ayuda a elevar nuestra mirada hacia Dios para vivir en el amor.
Ilustraron algunas de las ideas presentadas por el P. Fernando Millán, O.Carm., el P. Alejandro López-Lapuente, Consejero de Formación de la Provincia de ACV, acercándonos a “Tito y el cine”, y el P. Ramón Maneu, Director de la Obra Social de la Parroquia del Carmen de Zaragoza, profundizando en “Tito, contemplación y compasión”. El P. Florentino Bocos, O.Carm. ambientó el vestíbulo del C.M.U. Virgen del Carmen, exponiendo tres cuadros del Bto. Tito, pintados por él mismo.
El P. Desiderio García, O.Carm., Prior Provincial de la Provincia ACV, dio la bienvenida a los 150 participantes, en especial al Prior General, P. Fernando Millán, O.Carm., los Priores Provinciales, P. Francisco Daza (Prov. Bética), P. Luis Maza (Prov. Cataluña), P. Ricardo Rainho (Com. Portugal), Hna. Merry Teresa (Superiora General de las HHVMMC), Hna. Rosario González (Superiora General de las HHCSCJ), a las monjas de clausura O.Carm. y OCD, a las Carmelitas Misioneras Teresianas y al nutrido grupo de laicos carmelitas. En su presentación recordó que el encuentro de este año era de particular importancia porque se celebraban sus bodas de plata. El Equipo Mixto Coordinador de la Región Ibérica, en el año 1994, estimó que había que crear algún tipo de encuentro estable que consolidara el conocimiento mutuo entre los diversidad miembros de la Familia carmelita: “Tal como se ha puesto de manifiesto en reuniones anteriores echamos en falta encuentros a nivel de “Región Ibérica” (España y Portugal) donde esté presente toda la Familia Carmelita y se profundicen en temas que atañen a nuestra identidad y carisma. Cada año, aprovechando las fechas más oportunas (quizá los primeros días del mes de julio o después de la celebración de la solemnidad de Ntra. Stma. Madre del Carmen) se realizará un Encuentro de la Familia Carmelita a nivel regional, con un tema determinado, que nos ayude a progresar en la convivencia, estudio, celebración gozosa y vivencia actualizada del carisma del Carmelo al servicio de la Iglesia” (22-10-1994).
Durante el encuentro ha habido momento para la oración y el compartir la fe, la recreación, el trabajo en grupos, la visita a la Cartuja de Aula Dei, así como contemplar las pintura de Francisco de Goya en su primera etapa pictórica. La oración y la liturgia, preparadas con mucho gusto por la comunidad de noviciado y los estudiantes del Convento de San Andrés (Salamanca) y por las monjas carmelitas, se celebraron en Monasterio de la Encarnación de las MM. Carmelitas de Zaragoza. La recreaciones, al final de la jornadas, fueron acompañadas por el Teatro Lírico de Zaragoza y la Honoris Tuna de Aragón.
