¿Cuál es el trasfondo y sentido del culto cristiano?
A esa pregunta viene a responder la brillante lección magistral que anexamos y recomendamos vivamente. Fue recientemente pronunciada por el prof. Félix María Arocena según presenta al teólogo del movimiento litúrgico, el monje Odo Casel, O.S.B. Bebiendo de fuentes seguras, se empapó de los Padres de la Iglesia. Éstos ofrecen síntesis profundas de la economía del misterio. ¿De qué economía estamos hablando? No hace falta llamar a los ministros del gobierno. Dice san Juan Crisóstomo:
Al venir a la tierra, trajo su santo Espíritu;
al dejar la tierra, ha llevado al cielo nuestro cuerpo.
Y cuando el cielo ha recibido su santo cuerpo,
la tierra ha recibido el Espíritu.
¡Oh, santa y maravillosa economía!
El cristianismo o la economía del misterio es el despliegue, la dispensación (dispensatio) de la obra salvadora de Dios en la historia, la realización del proyecto salvífico de Dios. Dicho de otro modo:
la economía (οἰκονομία) se hace liturgia (λειτουργία),
el culto se hace forma del misterio.
Un precioso motivo para esperar entre la Ascensión y Pentecostés, con María y los apóstoles, la efusión del Espíritu Santo. ¡Que esa gracia cumpla en nosotros el misterio de nuestra salvación y nos conduzca al culto cristiano, en espíritu y verdad!