-----5

Noticias

7 septiembre, 2022 / Carmelitas
Congregación General, Orden del Carmen, 2022. Timothy Radcliffe: La castidad: si no amas ya estás muerto

En la reflexión del día 7 de septiembre, el P. Timoty Radcliffe, OP, a propósito del voto de castidad, preguntaba: ¿Nos preocupamos por la felicidad de nuestros hermanos? Si vemos que un hermano está triste o se siente solo, ¿lo consideramos un problema nuestro o solo suyo? ¿Nos abstenemos de acercarnos a él por si se considera una intromisión? ¿Comparten tus hermanos sus amigos con la comunidad y la comunidad con sus amigos, o su vida afectiva es un área separada, aparte de su vida religiosa? ¿Compartimos nuestros anhelos y nuestro amor? La castidad es aprender a mirar a las personas como Dios nos mira. Nos mira con un amor infinito, pero nos deja espacio. No se entromete. Nos da libertad.

Necesitamos apasionarnos. Por supuesto, la pasión más fundamental de todas, obviamente, es el amor. Herbert McCabe OP dijo: “Si amas, saldrás herido, incluso muerto. Si no amas, ya estás muerto”. Entonces, ¿cómo podemos convertirnos en célibes apasionados? ¿Cómo ayudamos a nuestros hermanos a amar profundamente como célibes? La castidad es abrazar una forma de amar, no limitarla. Todo amor es una entrada en el misterio del Dios del amor. No hay que tener miedo al amor profundo. Hace cien años, Dom Hubert van Zeller, un novicio de la abadía de Downside, escribió́ a Bede Jarret, nuestro provincial dominico inglés, alarmado cuando se enamoró de alguien conocido solo como P. Bede le respondió́: «Me alegro [de que te hayas enamorado de P.] porque creo que tu tentación ha sido siempre hacia el puritanismo, una estrechez, una cierta inhumanidad… Tu tendencia era casi hacia la negación de la santificación de la materia. Estabas enamorado del Señor, pero no propiamente enamorado de la Encarnación. Tenías mucho miedo… Tenías miedo de la vida porque querías ser santo, y porque te sabías artista. El artista que había en ti veía la belleza en todas partes; el aspirante a santo que había en ti decía: “Vaya, pero eso es terriblemente peligroso”; el novicio que había en ti decía: “Mantén los ojos bien cerrados”; si P. no hubiera entrado en tu vida, podrías haber explotado. Creo que P. te salvará la vida. Voy a decir una misa en acción de gracias por lo que P ha sido y ha hecho por ti. Has necesitado a P. durante mucho tiempo. Tus tías no son una válvula de escape. Tampoco lo son los robustos y ancianos provinciales”.

Inevitablemente habrá crisis y tendremos crisis. Si me enamoro de alguien, puedo pensar que no debo agobiar a otro hermano y contárselo. Pero si es mi hermano, es mi derecho hacerlo, y el mayor cumplido que puedo hacer. Herbert McCabe, OP, dijo: “Si amas, saldrás herido, incluso muerto. Si no amas, ya estás muerto”. Un sacerdote estadounidense, Michael Heher, escribió: “En un momento de crisis, las personas suelen encontrar la libertad de expresar cosas que normalmente no expresarían. Una mujer moribunda puede dar consejos a sus hijos; un soldado que va a la guerra puede decirle a su hermano que le quiere mucho; un padre puede hablar con su hija sobre el miedo y la preocupación y la fe mientras se prepara para una peligrosa operación. Como hombres que han sufrido tantos golpes como nosotros en los últimos dos años, los sacerdotes podemos hablar de lo que queramos y de la forma que queramos. Nos hemos ganado el derecho”.

 

Volver
ACCESO PRIVADO
Regístrate para acceder al área privada

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies