A la frase “nada dura para siempre” podríamos añadirle: “sólo la misericordia de Dios permanece eternamente”. Esta misericordia y bondad de Dios la hemos experimentado en estas fiestas a la Madre y Decoro del Carmelo, la Virgen María. Ella nos enseña la insondable riqueza de la intimidad con Dios, nos muestra los frutos de la fraternidad y nos enseña a salir a las periferias a servir.
Este año las fiestas a nuestra Madre estuvieron marcados por cuatro días intensos de encuentros fraternos en honor a la Stella Maris:
Jueves 15. Encuentro de todas las comunidades carmelitas de RD. El encuentro tuvo lugar en la Casa de Formación Seminario Monte Carmelo. Como cada año, durante el encuentro pudimos compartir no sólo un almuerzo, sino las vivencias cotidianas de cada comunidad en la isla.
Viernes 16. Solemnidad de la Virgen del Carmen. En este día de fiesta para nuestra Orden del Carmen tuvimos el almuerzo con las hermanas del Monasterio Santa Teresa de Jesús de Engombe, Santo Domingo. Es el primer encuentro que tuvimos desde que se inició la pandemia. Ya, al finalizar la tarde, tuvo lugar la celebración eucarística en honor a nuestra Patrona en las distintas parroquias que llevamos los carmelitas en República Dominicana.
Sábado 17. Ordenación sacerdotal de Fr. Víctor Alfonso Cordero Almonte, O.Carm. Continuando con este ambiente festivo, tuvo lugar la ordenación sacerdotal de Fr. Víctor Cordero, O.Carm., celebrada en la Parroquia de Santa Cecilia, en el Residencial José Contreras, y presidida por S.E.R. Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo de Santo Domingo, Primado de América. Estuvieron presentes, además, sacerdotes y diáconos amigos de la Orden del Carmen. Luego de la ordenación, prosiguió la fiesta en el Seminario Monte Carmelo.
Domingo 18. Primera eucaristía de Fr. Víctor Cordero, O.Carm. Fr. Víctor celebró su primera misa en la parroquia que le vio crecer y decir sí a Jesús: San Pío X. El templo parroquial estuvo abarrotado. En su homilía el P. Víctor nos invitó a orar por las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal. Luego, el P. Randy Rudecindo le dirigió unas palabras al misacantano, invitándole a no apartar la mirada de Jesús. Concluida la celebración, tuvo lugar el almuerzo con los familiares y allegados de Fr. Víctor
