“Mis sentimientos han sido contradictorios en esta COP26. Por un lado, me ilusioné, porque tengo expectativas de que podemos lograr la transformación necesaria que se requiere para afrontar los problemas asociados a las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero que están cambiando el clima de la tierra.
Sin embargo, por el otro, después de las rimbombantes alocuciones de los Líderes Mundiales en los dos primeros días, confirmo algo de lo que me doy cuenta desde hace varias COP anteriores: que el proceso político, económico y financiero para alcanzar estos cambios necesarios nos van a llevar mucho tiempo. La lucha por la acción climática es una lucha larga. “
Así comienza Fr. Eduardo Agosta Scarel, O.Carm., su reflexión sobre la última Cumbre Anual sobre el Cambio Climático, promovida por las Naciones Unidas y celebrada en Glascow entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre. Fr. Eduardo ha asistido a la cumbre como miembro de la ONG Carmelita de la ONU o «Carmelite NGO» en inglés, es un proyecto de presencia e incidencia dentro de las Naciones Unidas (ONU). Pertenece a los miembros de la Familia Carmelita.
La petición que la Santa Sede ha hecho a los líderes del mundo en Glasgow para consolidar la alianza entre el ser humano y el medio ambiente, con atención particular a las poblaciones más vulnerables, puede resumirse en los siguientes puntos:
- Generar cambios de sistemas necesarios (económicos, políticos, financiación, producción de energía, movilidad, y consumo) en respuesta a la crisis climática adecuados a la pronta recuperación tras la pandemia del COVID-19.
- Los gobiernos deben aumentar la ambición y la emergencia dentro de las contribuciones determinadas a nivel nacional en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono.
- Las pérdidas y los daños deben abordarse ahora: los fenómenos meteorológicos extremos son irreversibles.
- Una transición energética justa hacia las energías renovables y el fin de la era de los combustibles fósiles.
- Los países ricos deben cumplir sus promesas de apoyo financiero.
- Llegar a un acuerdo sobre el impacto real de los mercados de carbono.
- Realizar una profunda transición de la agricultura y los sistemas alimentarios a través de una agricultura ecológica sostenible.
- La naturaleza debe ser protegida de abusos y manipulaciones como la geo-ingeniería.
- Los derechos humanos deben ser el centro de toda la acción contra el cambio climático.
