El pasado 1 de septiembre se puso en marcha el nuevo curso en los dos centros carmelitas de Onda y Vila-real. Los primeros días han sido de organización, sin alumnos, donde los profesores han puesto en marcha los distintos grupos de trabajo que dinamizan la vida del Colegio durante el curso. Principalmente, se han ultimado sus programaciones y temporalizaciones, se han preparado los espacios de clases y se han tenido momentos para la formación. Estos días de intenso trabajo son importantes para la vida del Colegio, donde se trata de dedicar toda la atención a los alumnos a partir del día 11 cuando se incorporarán.
El día 1 se presentó el lema anual del colegio que anima el grupo de pastoral. Este año es “Peus a terra mirant al cel” (Pies en tierra mirando al cielo). Con este lema se quiere profundizar en la dimensión carismática de la oración. Los profesores participaron en la explicación del póster que servirá de referencia durante todo el año. Ese mismo día también se repasaron los pilares carismáticos, pedagógicos y metodológicos sobre los que se fundamenta la tarea diaria de educar en los centros carmelitas de la Provincia. Se anunció también la visión de hacia dónde queremos caminar en el corto plazo. Debemos dinamizar la vida del centro desde: la formación en neuroeducación como punto de partida de la tarea docente, el acompañamiento del alumno a través de una renovada acción tutorial y la necesidad de profundizar en la evaluación como motor de cambio.
El día 11 ha sido el primer día de clase para los alumnos. Ha sido un día muy especial para los de tres años, por ser su primer día de clase, y los de primero de primaria por el cambio de etapa. Las familias de estos alumnos estaban especialmente emocionadas.
Tanto en una etapa como en otra, después de la bienvenida se ha tenido un momento de oración. Alrededor del texto de Pablo sobre la carrera de la fe se ha animado a los alumnos a vivir intensamente el curso como una carrera donde hay que seguir, donde hay que mirar a la meta, donde hay que tener voluntad y esfuerzo para conseguirlo. No estamos solos. Siempre encontraremos ayuda en el camino. El Señor no nos abandonará nunca y será a través de los tutores, profesores, familia y compañeros cómo se hará presente para que en los momentos de debilidad podamos seguir adelante.
El curso ha comenzado, todo está preparado para aprender y acompañar.
