El Consejero de Vida Religiosa, P. Salvador Villota Herrero, O.Carm. y la Comisión Provincial de Vida Religiosa convocaron una reunión de priores para el día 15 de diciembre (2021) en la Casa de Divina Providencia de las HH. Carmelitas de Orihuela, en Tales. La llegada al Carmelo de la Divina Providencia fue el día 14 de diciembre para la cena, y la salida el día 16 por la mañana. Asistieron todos los priores de la casas de España.
El encuentro se presentó como un día de retiro, en el que se combinaron el trabajo de reflexión de cada prior, el diálogo fraterno y puesta en común, una meditación del Consejero de Vida Religiosa, titulada “La pobreza en el espíritu: un ‘obsequio a Jesucristo’”, y la oración personal y comunitaria. La jornada de retiro y reflexión finalizó con el rezo de vísperas, un momento de adoración y la celebración de la Eucaristía, que fue presidida por el Prior Provincial, P. Desiderio García Martínez, O.Carm. Los encargados de animar la liturgia fueron Fray Péter Bozi, O.Carm. y el P. Luca Zerneri, O.Carm.
En la reunión, los priores informaron sobre la situación en la que se encuentra cada comunidad y, con vistas a la preparación del Capítulo Provincial de 2023, presentaron los retos y desafíos de cada una de las comunidades. Ayudó la puesta en común y la participación para tener una mejor visión de conjunto de la Provincia. Para efectuar esta valoración, confrontándolo con los hermanos de cada comunidad, se envió una serie de preguntas y presupuestos que, previamente, habían sido presentados en el Cuaderno de Trabajo de preparación del Capítulo Provincial de 2017.
Se dialogó sobre el número de religioso idóneo para favorecer la vida religiosa, dependiendo de las actividades de cada comunidad. Se reflexionó sobre el número de comunidades que podemos mantener, y cuáles, con vistas a proseguir el camino de reestructuración provincial que se está llevando a cabo. Se informó sobre cuántos hermanos están en edad apropiada para llevar adelante las responsabilidad pastorales e internas de cada comunidad, la situación de los enfermos, los nuevos proyectos iniciados, las realidades de Argentina y el Comisariado de las Antillas.
El encuentro fue un momento de gracia y de alegría, de compartir sereno y fraterno rodeados de la naturaleza de la Sierra de Espadán y del Montí. El tiempo del Adviento nos ayudó a poner nuestras vidas en Jesucristo, nuestro Amado, en el cual hemos depositado nuestra esperanza. En todo momento fuimos acompañados por la hospitalidad de la comunidad de El Carmen de Onda y por las Hermanas carmelitas, los cuales nos brindaron todas las facilidades necesarias para hacer más fecundo el trabajo.
