El 15 de septiembre de 2021, memoria de Ntra. Sra. de los Dolores, el P. Jorge María Rivera Maldonado, O.Carm., Comisario Provincial de las Antillas celebró en la Parroquia Santa Teresita, San Juan, Puerto Rico, su vigésimo quinto aniversario de ordenación sacerdotal.
En una celebración sencilla y hermosa junto a las comunidades donde Fray Jorge ha ejercido su ministerio sacerdotal, y en compañía de los hermanos de hábito de las diferentes comunidades, Añasco, Ciales, Morovis y San Juan, comenzó la celebración a las 6.30 PM.
Su madre, Margarita, sus hermanos (as), sobrinos, tíos y primos y amigos estuvieron presentes en la celebración.
El P. Jesús Monreal, párroco de la Parroquia Ntra. Sra. del Carmen, fue el predicador de la noche. Expresó, con gran alegría, el haberle dado a Fray Jorge la primera comunión, el haberle visto entrar al Seminario, verle marchar al noviciado, siendo entonces el Comisario Provincial de las Antillas. Resaltó la importancia del sacerdote, recordando el año sacerdotal, decretado por el Papa Benedicto XVI, en el año 2009.
La celebración contó con la presencia de Mons. Luis F. Miranda Rivera, O.Carm., quien destacó de Fray Jorge su humildad y su disponibilidad para la Orden: “Siempre ha dicho que sí, nunca le escuche un no para lo que la Orden le pidiera”. Mons. Luis le obsequió una cruz de madera y le entregó la bendición papal.
Al finalizar, Fray Jorge se dirigió a los presentes con una palabras sencillas y de agradecimiento, en la que expresó, ante todo, que sus 25 años sacerdotales son: “Tiempo de admirar, tiempo de agradecer, tiempo de perdonar y tiempo de mirar hacia delante”. “Tiempo de admirar; admirar la obra de Dios. ¡Qué importante es ser contemplativos de la grandeza de Dios”. “Es también tiempo de agradecer, porque el don de Dios es infinitamente más grande que uno mismo, que mis méritos. Ser sacerdote me queda muy grande, es un regalo del Señor”. “Es, también, tiempo de perdonar, porque en el camino de la vida surge en nuestro corazón, en nuestra historia, situaciones que no nos agradaron o que nos siguen lacerando. Perdonar a los hermanos laicos; perdonar a los hermanos de la Orden; perdonar a los obispos. Hay que perdonar. Muchas veces podemos lastimar sin querer, hay que perdonar como Cristo nos enseñó”. “Pero, también, es tiempo de mirar hacia delante. Mirar lejos. Que el pasado no sea un ancla que no me deje avanzar. Que el pasado no sea tan determinante en mi vida. Que siempre mire con esperanza lo que viene”. “Cada mañana es un nuevo amanecer, un nuevo día, y con él trae nuevas esperanzas”.
Al finalizar la celebración Mons. Luis F. Miranda le dio la bendición solemne a Fray Jorge y al pueblo presente. Fue una noche de gran bendición y de alegría para Fray Jorge y su familia y para toda la familia Carmelita.
Que sean muchos años mas de entrega y servicio para la Iglesia y la Orden del Carmen.
Felicidades Fray Jorge María.
