Los días 25-26 de mayo de 2022, en Madrid, más de doscientos Superiores Mayores participan de forma presencial en la 28º Asamblea General de CONFER, bajo el lema “Corrientes de sinodalidad”. En este encuentro, el Prior Provincial de la Provincia de Aragón, Castilla y Valencia, P. Desiderio García, O.Carm., está participando junto con los Superiores Mayores Carmelitas de la Región Ibérica.
Mons. Bernardito Auza, nuncio papal, dio la bienvenida y pidió que la Asamblea “no sea una convención eclesial, una conferencia de estudios, un parlamento o un congreso político, sino que vivan el encuentro como un acontecimiento de gracia, un proceso de sanación guiado por el Espíritu Santo”. Destacó que debemos superar las corrientes cambiantes de la opinión pública, teniendo claro que la historia de la Iglesia testimonia ampliamente la importancia del proceso consultivo para conocer el parecer de los pastores y de los fieles en lo que se refiere al bien de la Iglesia. Recordó que el Papa Francisco “cuenta con las preciosas aportaciones de los consagrados y consagradas”, para “mirar al interior y más allá. La sinodalidad es un “camino de discernimiento”, muy distintos a un parlamento político.
Mons. Luis Ángel de las Heras, actual Presidente de la Comisión de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal, ha reclamado una vida religiosa no como “una realidad aislada o marginada de la Iglesia, sino en su corazón”. Desde esta espiritualidad de comunión hay que renovar, perfeccionar y crear los necesarios mecanismos y caminos pastorales siempre con la mirada puesta en la evangelización -destacó-. La actitud de sincera escucha es necesaria y vital, a las periferias, los no creyentes, los pertenecientes a otras religiones. Insistió que sigue siendo un desafío la misión compartida. El trabajo conjunto con los laicos es una necesidad, una fortaleza y un bien, naciendo de esta sinergia una corriente que enriquece a la Iglesia “en su diálogo con el mundo que le ha tocado vivir”. De aquí brotará un nuevo Pentecostés para la Vida Consagrada y para toda la Iglesia.
El Presidente de CONFER, el dominico Jesús Díaz Sariego, y la Vicepresidenta, Lourdes Perramon, Superiora general de las Hermanas Oblatas, han profundizado en el momento en el que nos encontramos, como Iglesia y como Congregaciones. Los temas que se tratarán en la Asamblea son la sinodalidad, el fortalecimiento de CONFER, los abusos sexuales a menores, fundamentalmente del pasado, y los abusos de poder y/o de conciencia, o sexuales a religiosas, la renovación de los Estatutos y algunas noticias varias sobre la Vida Consagrada.
Cristina Inogés Sanz, teóloga laica, y María Luisa Berzosa, FI, ambas miembros del Sínodo de los Obispos, presentaron una reflexión titulada “Raíz, raíces, tronco y ramas”. Desarrollaron las siguientes intuiciones: Germinar desde el Padre, raíz, unidos al Hijo como árbol, creciendo en el Espíritu Santo, las ramas. Recuperar la imagen de evangelista Juan “vosotros sois mis amigos”. ¿Por qué somos incapaces de despertar un mínimo de curiosidad sobre Dios? Todo aquellos que es positivo en nosotros es sacramento suyo. ¿Cómo explicar a nuestro mundo qué, quién y cómo es la raíz? A veces no es nuestra falta e testimonio lo que nos aleja, sino la estructuras desgastadas. Si algo tenemos que hacer los consagrados es cuidar el “corazón”. Cuidar nuestra vocación, nuestros afectos… Que se transparente nuestro enamoramiento primero.
Las nuevas generaciones no tiene nada en contra de las más mayores, lo único que reclaman los más jóvenes, según el Sínodo celebrado, es que se les vea a. los mayores que “tienen el corazón fresco”. ¡Ahí es nada! En definitiva, arte de vivir es cambiar las hojas sin perder las raíces. Somos pocos, sí, pero ¿enamorados? Que llegue el invierno es normal. Detrás del invierno viene la primavera, pero, cómo es ese invierno ¿esperanzado o teñido de nostalgia y tristeza? Si algo es necesario es que cada uno cultive más su persona que el oficio que desempeña. “Yo soy más que lo que hago, y cuando lo hago, crezco en libertad, en generosidad…”. Junto al trigo y la cizaña hay otras semillas que los vientos han arrastrado hasta nuestras tierras. Hace falta un fino discernimiento para ver qué granos son buenos. Es una llamada a ver lo que viene de forma sorpresiva.
Los fundadores y fundadoras no fueron personas adelantadas a sus tiempos, fueron simplemente personas “atentas”. Para ello un gran reto es evitar que el carisma vivido en la rutina sea la sentencia de muerte de una familia religiosa, Congregación, Orden, etc. ¿Por qué hay tantas reservas a la intercongregacionalidad? ¿Dónde están las grandísimas diferencias entre Congregaciones y Ordenes? Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Merece la pena explorar caminos nuevos de colaboración.
